Si buscas una opción vegana o vegetariana que sirva como sustituto o reemplazo de la carne, la soja texturizada se convierte en una de las opciones más recomendadas, al igual que otras opciones veganas, como por ejemplo podría ser el caso del seitán. Lo cierto es que la soja texturizada posee una textura similar a la carne molida, por lo que de hecho se convierte en un sustituto ideal de la carne para la preparación de salsas de pasta y espaguetis, tacos veganos o incluso hamburguesas veganas. Aunque hasta hace poco tiempo solo podíamos encontrarla en herbolarios y en tiendas de dietética especializadas, hoy podemos adquirirla con mayor facilidad en la mayoría de supermercados. De hecho, Mercadona ha lanzado al mercado su propia soja texturizada. ¿Quieres descubrir más sobre ella? Te hablamos acerca de en qué consiste, los beneficios qué ofrece y alguna receta sencilla para disfrutar de su textura y sabor.
¿Qué es la soja texturizada? ¿En qué consiste realmente?
¿Sabías que la soja texturizada proviene originalmente de la década de 1960? Fue fabricada por primera vez por parte de Archer Daniels Midland, quién creó una proteína vegetal bajo el nombre genérico de proteína de soja texturizada. De hecho, la encontramos en la mayoría de los sustitutos de la carne de soja procesada, como las hamburguesas de soja, la salchicha de soja o las tiras de pollo de soja.
Además, en nuestra cocina la podemos utilizar como un sustituto de la carne, de manera que podemos usarla cada vez que en una receta te encuentras a la carne molida como uno de los ingredientes principales.
Básicamente consiste en una preparación elaborada a partir de harina de soja. Por este motivo, es especialmente rica en fibra y en proteínas de origen vegetal, no conteniendo grasa ni colesterol.
¿Y la Soja texturizada de Mercadona? ¿Es una buena opción?
Bajo la conocida marca de Hacendado nos encontramos con la soja texturizada de Mercadona. Se trata de una opción excelente que viene en grano fino, la cual contiene únicamente soja texturizada al cien por cien. Por tanto, es una opción útil porque no contiene aditivos ni ningún otro ingrediente más, salvo el de la soja.
Respecto a su aporte nutritivo, por cada 100 gramos de producto aporta 364 kcal, 4 g de grasas (de las cuales saturadas son apenas 0,6 g), 30 g de hidratos de carbono, 4 g de fibra alimentaria, y una enorme cantidad de proteínas: 50 g para ser precisos. Por otro lado, no contiene azúcar, y su aporte en sal es bastante limitado (apenas 0,01 g por cada 100 gramos).
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¿Cuánto cuesta la Soja texturizada de Mercadona? Precio
Al igual que ocurre con el resto de productos tanto de Hacendado como de Mercadona, lo cierto es que la soja texturizada destaca porque posee un precio verdaderamente económico, a pesar de su calidad.
De hecho, tiene un precio de apenas 1,50 euros, por una bolsa de 250 gramos. Como vemos, un precio verdaderamente económico y asequible para prácticamente cualquier bolsillo.
¿De qué forma podemos cocinar la soja texturizada de Mercadona?
Dado que se trata de un producto deshidratado, es imprescindible -y necesario- reconstituir la soja texturizada en agua caliente o en caldo durante aproximadamente 10 minutos, o más, en el proceso de cocción para conseguir que se ablande y que se vuelva lo más sabroso posible.
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Por suerte, tiende a ser un producto que se cocina muy rápidamente, y que puede añadir cierta textura a los platos donde la incluimos, además de ser una gran fuente de proteínas, y sobre todo, baja en grasas.
¿En qué recetas podemos utilizar la soja texturizada de Mercadona? Dado que posee una textura similar a la carne molida cuando la cocinamos, funciona irremediablemente bien en platos como estofados, guisos, sopas, chiles vegetarianos y salsas para pasta. Además, cuenta con una característica importantísima: es capaz de absorber bien tanto las especias como los aromas, de la misma manera que ocurre con el tofu (un producto también derivado de la soja que, dicho sea de paso, en un comienzo tiende a ser bastante insípido).
De hecho, el propio fabricante recomienda dejar la soja texturizada en remojo durante al menos 20 minutos antes de cocinarla.