Hacerse un tatuaje puede convertirse en un enorme y gran compromiso. A diferencia de un nuevo peinado, un nuevo atuendo o una nueva prenda de ropa, hacerse un tatuaje es para siempre; se trata de algo permanente, que no podemos quitarlos de la noche a la mañana. No es algo que podamos borrar, modificar o cambiar en el momento en el que nos apetezca. Por este motivo, es conveniente pensar detenidamente si estamos dispuestos a invertir -y gastar- en él el dinero que cueste, sobre todo antes de decidirnos en hacérnoslo. ¿Cuánto cuesta verdaderamente? Es evidente imaginar que su precio variará en función de la zona escogida. Pero, además, también influyen otros elementos de vital importancia, como por ejemplo podría ser el caso de la extensión del mismo. Te explicamos todo lo que necesitas saber al respecto.
Lo que debes considerar siempre antes de hacerte un tatuaje
Hacerse un tatuaje no es tan simple como pudiéramos imaginar en un primer momento. Y es posible que en alguna que otra ocasión hayas oído hablar acerca de la importancia de contar con una lista de cosas que deberás considerar al decidir si nos haremos uno, o no. En definitiva, no es tan simple como simplemente quererlo. ¿El motivo? Se convierte en un enorme compromiso, tanto para nuestro bolsillo como para nuestro cuerpo.
Son permanentes
Los tatuajes son permanentes, para siempre. Por tanto, independientemente de que en algún momento podamos arrepentirnos o no, un tatuaje una vez realizado siempre será, literalmente, parte de nuestro cuerpo.
Y aunque hay formas de deshacernos de él, por lo general suele ser caro, invasivo y, además, doloroso. Por otro lado, lo que empeora aún la cosa es que no existe la total y absoluta garantía de que, después de haber pasado por esos tratamientos, el tatuaje desaparecerá de manera completa.
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Son dolorosos
Es otro de los elementos o factores importantes a tener en cuenta: hacerse un tatuaje es tremendamente doloroso. Aunque, en ocasiones, puede no doler tanto. Pero esto depende en definitiva de nuestra tolerancia al dolor, la colocación del tatuaje y, particularmente, la profesionalidad del artista.
Factores que afectan al precio del tatuaje
El coste del tatuaje varía de 50 a 100 euros por hora, lo que dependerá de distintos factores, como: el diseño, si quien lo va a realizar es un tatuador con experiencia, conocido y popular… En este sentido, si por ejemplo el diseño es complicado, y requiere de muchísimo trabajo, es común que incluso el coste por hora suba todavía más. No obstante, a continuación te indicamos algunos de los aspectos que más influyen en la realización del tatuaje:
- Diseño. Es uno de los principales factores que afectan al precio de un tatuaje. Y es evidente por qué: cuanto más detallado y exclusivo sea, más costoso acabará siendo.
- Número de colores. Cuanto más colores se utilicen en la elaboración del tatuaje, más costoso y caro será.
- Tamaño. No solo el diseño y los colores intervienen directamente en el precio del tatuaje. El tamaño en sí mismo es, a su vez, un factor determinante, dado que a mayor tamaño, más tinta se usará.
- Colocación. El precio también depende de dónde estará situado el tatuaje. Dado que algunas partes suelen ser más sensibles por la presencia de muchos nervios y receptores, es común que el tatuador tenga más cuidado en estas zonas.
El precio del tatuaje según la zona
Dependiendo de la zona escogida, el precio del tatuaje podría variar enormemente. Los precios que te indicamos a continuación son aproximados, pero pueden serte de utilidad a la hora de hacerte una idea:
- Suele costar entre 100 a 200 euros, aproximadamente. Su elevado precio tiene relación con la zona escogida, mucho más complicado y doloroso que en otras zonas del cuerpo.
- Ocurre lo mismo que en la parte anterior. Cuesta entre 100 a 200 euros.
- Dedos y manos. Cuesta entre 90 a 150 euros. Al igual que ocurre con la cara y con el cuello, las manos y los dedos suelen ser también dolorosos.
- Resto del cuerpo. Su precio comienza en 50-60 euros la hora. Se trata, por tanto, de un precio estándar.
