El cuidado de nuestra piel se ha convertido en los últimos años en una de nuestras prioridades. Además, hoy en día ya hay mucha información clara sobre cómo mantener nuestra piel con un aspecto saludable, así que vamos a ponernos manos a la obra porque en este artículo te contaremos todo lo que necesitas saber sobre los tipos de piel que existen y los cuidados que necesita cada una.
Un tratamiento para cada tipo de piel
A veces cometemos el error de tratar a todas las pieles por igual, y pensar que todas ellas debemos cuidarlas del mismo modo. Y nada más lejos de la realidad. Hay que tener especial cuidado con la piel sensible, y de eso SVR sabe y mucho. Te contamos a continuación cuáles son los siete grandes grupos de tipos de piel que existen, aunque por supuesto hay matices dentro de cada uno de ellos.
- Piel normal. Presenta una textura regular sin ninguna necesidad de cuidado especial.
- Piel sensible. Cada vez más común, este tipo de piel tiene tendencia a reaccionar ante estímulos a los que la piel normal no reacciona. La función de barrera o protección es deficitaria, por lo que entran más fácilmente microorganismos o sustancia que la irritan. Tanto es así que la posibilidad de sufrir reacciones alérgicas se dispara. Este tipo de piel hay que cuidarla especialmente para fortalecer esa barrera protectora de la que hablábamos. Para la piel sensible, SVR nos ofrece diferentes productos que nos van a ayudar a mantenerla adecuadamente, como son las cremas faciales, crema de contorno de ojos, lociones, aceite micelar, crerma antiarrugas, gel purificante o bálsamo labial, entre otros.
- Piel seca. El clima, la baja humedad del aire o el agua caliente son factores externos que pueden afectar nuestra piel de manera temporal, pudiendo provocar eccemas en muchas ocasiones. Las pequeñas grietas suelen ser típicas en este tipo de piel, necesitando también un cuidado hidratante intenso para ayudarla a recomponerse. Especial atención a la piel atópica, tan común en muchas personas hoy en día. Será necesario en estos casos utilizar productos específicos que no la dañen, como los que contienen PH neutro.
- Piel grasa. Su aspecto es húmedo y brillante. El exceso de producción de grasa por las glándulas sebáceas puede provocar en muchas ocasiones acné. Es necesario utilizar productos que no sean oleosos en estos casos.
- Piel mixta. Como su propio nombre indica, esta piel posee características combinadas, en este caso de piel seca y grasa.
- Piel escamosa. Cuando se mantiene la irritación de la piel durante un largo periodo de tiempo desemboca en su descamación, que generalmente va acompañada de picor. Se recomienda un tratamiento intensivo que sea capaz de recomponer la epidermis para que vuelva a su aspecto normal y habitual.
- Manchas rojas y lunares en la piel. Tanto unos como otros deben ser tratados de forma muy cuidadosa y especial. Las manchas pueden aparecer por picaduras, alergias o rosácea, entre otras. Los lunares suelen aparecer durante la niñez, en el caso de que apareciesen más tarde es recomendable contactar con nuestro dermatólogo de confianza.
Saber los tipos de piel es muy interesante para poder identificar la nuestra, pero lo realmente importante es prestar atención a su aspecto. Estar atentos a cualquier cambio o signo que pueda darnos pistas de que probablemente nuestra piel necesite un cuidado más específico. Es importante recibir la atención personalizada de un profesional para que nos haga un estudio específico de nuestra piel, para así poder detectar posibles alteraciones que nosotros no podemos detectar. SVR es la línea francesa de confianza que pone nuestro alcance productos de máxima calidad elaborados especialmente para que nuestra piel luzca sana, hidratada y bonita.