El siglo XXI ha sido testigo de importantes cambios y transformaciones en la moda femenina. Varios factores, incluidos los avances tecnológicos, las normas sociales cambiantes y el auge de las redes sociales, han influido en la evolución del estilo de las mujeres a lo largo de este siglo.
Son muchas las prendas que desde principios de la década de 2000 se han visto influenciadas por celebridades como Britney Spears o Paris Hilton, que popularizaron tendencias como vaqueros de tiro bajo, blusas cortas y chándales. Accesorios como gorras y ropa deportiva aterciopelada se convirtieron en artículos de moda icónicos de la época.
A medida que avanzaba la década, la moda bohemia e independiente ganó popularidad, con vestidos para eventos elegantes, faldas largas y detalles con flecos que se pusieron de moda. Los vaqueros ajustados también se posicionaron como un elemento básico en el armario de muchas
mujeres.
Hacia finales de la primera década de 2000, la tendencia ‘hipster’ influyó en la moda con su apariencia inspirada en el vintage, gafas de montura gruesa y una combinación de elementos alternativos y retro. Desde entonces, estamos inmersos en una ‘moda rápida’ que ha hecho que la
ropa moderna y económica sea accesible para un público más amplio.
Influencers, positividad corporal, moda unisex y tendencias nuevas y antiguas
Las plataformas de redes sociales como Instagram y YouTube dieron lugar a influencers y bloggers de moda que han tenido un impacto significativo en las tendencias y elecciones de estilo. El estilo callejero se volvió más influyente, con atuendos populares inspirados en diseños de pasarela y de
alta costura.
El siglo XXI ha visto un movimiento creciente hacia la positividad corporal y la inclusión en la moda. Las marcas comenzaron a adoptar diversos modelos, mostrando varios tipos de cuerpos, etnias y edades en sus campañas y en la pasarela.
La moda unisex y de género neutral ganó popularidad, con más diseñadores y marcas ofreciendo ropa atendiendo a una gama más amplia de identidades. Además, a lo largo del siglo XXI, ha habido una fascinación recurrente por la moda vintage, con tendencias de otras décadas que
regresan, como el grunge de los 90 y los estilos boho de los 70.
La moda femenina en el siglo XXI está siendo diversa y multifacética, reflejando los cambiantes estilos de vida, actitudes y valores. El creciente enfoque en la individualidad y la inclusión ha dado forma a cómo las mujeres se expresan a través de la ropa, lo que ha dado lugar a un panorama de la moda dinámico y en evolución constante.
Tendencias que han triunfado en el siglo XXI
La comodidad se ha vuelto esencial en la moda del siglo XXI, con blazers extragrandes, pantalones holgados, vestidos anchos y suéteres amplios. Pero esta no ha sido la única tendencia que se ha popularizado:
- Colores y patrones llamativos: los colores vibrantes y llamativos son toda una sensación en la moda femenina. Desde tonos neón hasta estampados abstractos, estos estilos añaden un toque de atractivo extra a los atuendos.
- Tonos suaves y neutros: en el otro extremo del espectro, los colores suaves y neutros como el beige, el crema, los rosas pastel y los tonos tierra, se utilizan con mucha frecuencia gracias a su versatilidad y elegancia.
- Fusión de ropa deportiva y casual: conocida como ‘athleisure’, los atuendos deportivos, incluyendo los leggings, las camisetas deportivas y las zapatillas de deporte, se usan a diario en prácticamente cualquier ocasión.
- Vuelve lo retro: han regresado con fuerza las tendencias de moda de la década de 1990 y principios de la de 2000. Ejemplo de ello son las blusas cortas, los sombreros tipo pescador, las minifaldas, los zapatos de plataforma y los bolsos baguette.
- Accesorios llamativos: se utilizan accesorios atrevidos y de gran tamaño, como collares gruesos, pendientes llamativos y diademas adornadas, para darle un toque diferente a cualquier atuendo.
