A lo largo de una relación de pareja, la sexualidad de ambos pasará por muchos momentos diferentes. Habrá ocasiones en los que puede que los encuentros disminuyan o sean inexistentes, otros en los que ambos se agarren bien fuerte o que el sexo se vaya convirtiendo en algo esporádico. Hoy os proponemos algunas ideas sobre cómo recuperar la pasión en la pareja.
Lo primero, háblalo
La primera regla que tendríamos que tener todos en la cabeza es que en una relación de pareja la comunicación es fundamental. Poder hablar de los miedos, de las preocupaciones, de las alegrías, de los fantasmas que a veces nos atormentan… Si estáis preocupadas por cómo están siendo vuestras relaciones o por cómo no están siendo, es importante que podáis encontrar un buen momento para hablarlo con vuestras parejas.
Sé que puede ser difícil pero es necesario pues cuantas más dudas y miedos tengáis en la cabeza con respecto a qué os pasa, más difícil va a poder ser que disfrutéis, que estéis tranquilas.
Adiós genitales
En muchas ocasiones parece que la sexualidad es penetración, cuando la sexualidad es otra cosa, es muchas cosas.
Apostad en vuestras relaciones de pareja por la estimulación de todas las zonas de vuestro cuerpo. Comprad plumas, cuerda, pinceles con pintura corporal, chocolate, velas para el cuerpo… Aprended a estimular vuestros cuerpos hasta que no podáis más del gusto que estáis sintiendo. Descubrid cuáles son las zonas más sensibles y dejad los genitales para otro día. Veréis cómo vuestro placer aumenta a unos niveles que ya no recordabais.
Juguetes ¿sí o no?
Todavía hay tabúes con respecto a los juguetes, aunque poco a poco se van rompiendo las barreras para ambos sexos y comienzan a formar parte tanto de la sexualidad individual como de la pareja.
Si os animáis a dar un paso más y probar cosas nuevas, os vais a quedar flipadas de la gran variedad de juguetes que tenéis a vuestra disposición. El año pasado colapsó el mundo el Satisfyer pero hay muchísimo más para vosotras o para la pareja. Por ejemplo, podéis encontrar vibradores pequeños en forma de pintalabios que podéis llevar en vuestro bolso y jugar en cualquier viaje o cometer una locura en cualquier cita que tengáis por ahí; anillos de vibración con estimulación para ambos; vibradores que funcionan con aplicación móvil y que se pueden activar en la distancia, etcétera.
¡Ojo! no perdáis la oportunidad de descubrir geles y lubricantes que pueden romper con la rutina.
Sácale partido al vibrador
Todas aquellas que tengáis algún vibrador en casa o algún juguete ¿os habéis planteado usarlo de una manera diferente a la habitual? Por ejemplo, un vibrador puede estar diseñado para estimular el clítoris y punto, pero ¿por qué solo usarlo ahí? Existe todo un mundo de zonas erógenas que pueden ser estimuladas con diferentes niveles de vibración, tanto en vosotras como en vuestra pareja, lo que os ayudará a aumentar la sensibilidad y las ganas.
Igualmente, hay mundo más allá del clítoris ¡descubridlo!
Roles
Quitaros las vergüenzas y compartid vuestras fantasías con la pareja. Contadles aquellas que queréis hacer realidad y proponedles llevarlas a la práctica. Podéis simular ser dos desconocidos en un bar que tienen una noche loca, o ya cosas más picantes a vuestra elección y gusto.
A su vez, estad dispuestas a escuchar las fantasías de vuestras parejas con mente abierta y sin escandalizaros. Si necesitáis procesadlas, pues hacedlo pero sin avergonzarles.
Cread una caja de juegos
La sexualidad ha de ser divertida, si no se acaba convirtiendo en rutinas y obligaciones. Para esos días que queráis romper con todo y pasar un buen momento, dejaros llevar por algo que sintáis que viene desde fuera o que os ayude a romper con vuestros propios límites… ¡Cread una caja de juego!
Tan sencillo como ir apuntando en distintos papelitos, cada uno de la pareja, cosas que os gustaría que os hicieran o hicierais. Podéis aprovechar para poner fantasías, cositas que os dan más vergüenza pedir en voz alta, cosas que aún no habéis practicado o que os han gustado muchísimo… El día que os apetezca romper con la rutina, solo hay que coger un papelito y ponerse manos a la obra.
