

Una de las afecciones que más nos afectan son las pérdidas de hierro, que cuando son elevadas terminan por convertirse en una anemia. Hablamos acerca de la Anemia: qué es, síntomas, causas, tipos y tratamiento.
Síntomas de la anemia
Cada una de nosotras conoce sus ciclos menstruales y los cambios que se producen en nuestro cuerpo con el cambio de estación, si aún no habéis prestado atención a este punto es algo importante porque podréis prever cuándo vais a sufrir falta de hierro y prevenirlo antes para no llegar a la anemia.
Uno de los síntomas más reconocidos de la anemia es el cansancio que acontece en la persona que lo sufre y éste no puede asociarse a nada, ni a una actividad realizada ni a estar sufriendo algún tipo de enfermedad. Al estar tan cansada, es lógico que otro de los síntomas más frecuentes sean la desgana y el desánimo.
Si estás acostumbrada a realizar ejercicio con frecuencia notarás que los días que tienes falta de hierro te cuesta mucho más, es como si de repente hubieras perdido el fondo físico y te quedas sin aire ante un hábito.
Uno de los aspectos a los que no se le debe restar importancia es la dificultad de concentración que se ve en aumento al sufrir falta de hierro
Además de esas sensaciones internas, físicamente también puede diferenciarse a una persona que está sufriendo anemia ya que su piel se vuelve más pálida que de costumbre e incluso el pelo y las uñas se vuelven quebradizas.
Tipos de anemia
La anemia tiene lugar, como estamos viendo, porque los glóbulos rojos ven reducido su número. Ahora bien, en función de la causa de esta destrucción de glóbulos rojos podemos diferenciar muchos tipos de anemia. Veamos unos cuantos de ellos.
Anemia ferropenica
Se produce porque el organismo sufre un déficit de hierro. Este es el tipo de anemia más habitual.
Anemia perniciosa
Es provocada por un problema del estómago ya que este no es capaz de producir la proteína que se encarga de que la vitamina B12 sea absorbida por el organismo. Y es que esta vitamina participa en la producción de los glóbulos rojos.
Anemia falciforme
Se trata de una enfermedad hereditaria. Las personas que la sufren no tienen suficientes glóbulos rojos sanos y, por ello, su organismo no recibe el oxígeno suficiente. Debido a la anomalía de estos glóbulos rojos, se quedan estancados en los vasos sanguíneos y no consiguen llevar la sangre y el oxígeno.
Para este tipo de anemia no hay cura, aunque sí tratamientos para mejorar la calidad de vida de la persona.
Anemia hemolítica
Es una enfermedad causada porque los glóbulos rojos son destruidos por el mismo sistema inmunitario.
Anemia megaloblastica
Los glóbulos rojos están defectuosos, pues son demasiado grandes pero su contenido interior no está bien desarrollado. Se produce por falta de vitamina B12 o ácido fólico.
Anemia aplasica
Debido a una malformación de las células madre que puede haber sido producido por enfermedades, radiaciones, virus o uso de sustancias tóxicas, la médula ósea no produce los glóbulos rojos necesarios.
Anemia microcitica
Los glóbulos rojos son demasiado pequeños. Esto es debido a un déficit de hemoglobina.
Anemia macrocitica
El enfermo siente que pierde el equilibrio cuando cierra los ojos. En este caso, los eritrocitos son demasiado grandes.
Anemia en niños
La anemia infantil es muy común, tanto así que el 50% de los menores de 3 años padecen la enfermedad. Los pequeños se sienten cansados y se muestran pálidos de piel. También puede detectarse porque la lengua o la boca tiene un color blanquecino.
La anemia en los niños puede ser provocada por falta de hierro, por tener parásitos intestinales, por deficiencia de vitamina B12 o por haber sufrido una enfermedad. También puede deberse a la toma de antibióticos, al consumo de leche entera o a una intoxicación.
La anemia provoca que los menores tengan mala conducta y un bajo rendimiento intelectual. La buena noticia es que normalmente se corrige con una dieta adecuada y la toma de hierro y otros suplementos. Pero es importante diagnosticar la enfermedad y la causa para tratar la anemia cuanto antes.
Anemia en el embarazo
La anemia en el embarazo también es muy habitual, y cerca del 40% de las mujeres la sufren. En este caso sobre todo, la salud de la madre y del bebé quedan en serio riesgo. Acudir a las revisiones con el médico a lo largo de los nueve meses, evitará que haya complicaciones.
Si estás embarazada,¿qué debes comer?
Es importante la dieta, pero también lo será tomar suplementos de ácido fólico, vitamina B12 y hierro.
Tratamientos para la anemia
A la hora de poner tratamiento para la anemia se tendrá en cuenta cuál es su causa. La primera necesidad será aumentar el oxígeno en la sangre, ya que este déficit es una consecuencia del defecto o escasez de glóbulos rojos.
El tratamiento consiste básicamente en tomar hierro y, en casos extremos, se puede hacer una transfusión de sangre. Para el caso de enfermedades hereditarias, puede ser necesario un transplante de médula.
Causas de la anemia
No hay un origen único, puedes sufrir anemia por diferentes causas desde una menstruación abundante, los cambios de estación suelen acentuar posibles pérdidas de hierro pero también puede deberse a una dieta alimenticia deficitaria.
Cómo prevenir la anemia
A pesar de lo que muchas piensen, la anemia se puede prevenir y corregirse a través de la alimentación, simplemente hay que aumentar la ingesta de alimentos ricos en hierro como la carne, el pescado y las aves. Hay que tener en cuenta que hay otros alimentos como los cereales, las verduras y las frutas que también tienen un contenido importante en hierro pero la absorción del organismo es menor.
Los nutricionistas recomiendan en este caso que se aumente el consumo de cítricos, bayas y kiwis (entre otros) por su alto contenido en vitamina C. Además, puedes utilizar complementos vitamínicos naturales que pueden ayudar a tu organismo a tener todo el hierro que necesita como puede ser Floradix.
Como ves, la anemia no sólo se puede solventar de forma sencilla si no que también puedes prevenirla ¿Tienes algún truco?
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