Recibe este nombre el tiempo que transcurre desde que una mujer da a a luz hasta su cuerpo vuelve a su antiguo ser, tanto físicamente, hormonalmente y psicológicamente, también se le conoce como cuarentena ya que aproximadamente dura unos cuarenta días. Esta etapa en la vida de cualquier recién parida suele pasar de una forma natural y sin mayores problemas, pero en algunos casos se presentan problemas como pueden ser mastitis, hemorragias y depresiones post parto, por ello es muy importante que tanto la reciente madre como su entorno esté muy pendiente de su evolución, no deje de acudirse a las revisiones médicas, se lleve una alimentación correcta, y tratar de llevarlo de la forma más normal posible, ya que realmente es otro período de cambio como lo fue el embarazo y no es una enfermedad.
El puerperio puede dividirse en tres etapas bien diferenciadas, el inmediato al parto, unas cuarenta y ocho horas, el intermedio que dura hasta, más o menos, el séptimo día y el final que es el que queda hasta el cuarentavo día. Ahora vamos a ver cuales son los cambios que se van producir en este período, y de ser molestos, como combatirlos o aminorarlos.
En el primer puerperio, nos encontraremos, sobre todo muy cansadas y doloridas, ya que el parto no es algo baladí, a la vez que eufóricas por tener a nuestro lado a ese bebe tan deseado, y a la vez con las molestias propias de la episiotomía, que el corte quirúrgico que se realiza durante el parto pare evitar desgarros, y que puede aliviarse con analgésicos o frío local.
A medida que transcurra el tiempo nos encontraremos con otras molestias como pueden ser:
Hemorroides: Suelen ser transitorias debido a los esfuerzos durante la expulsión del bebé, y sus dolores o escocer se alivian con podamos exprofeso para ellas, y con un viejo truco casero, cuando nos sentemos hacerlo sobre un flotador para evitar que se irriten más.
Contracciones post parto: Son movimientos involuntarios que se producen en el útero de cara a que este recupere su tamaño normal, para que estas duren lo menos posible lo mejor es amamantar al bebé, ya que que además de ser la mejor alimentación para él, nos harán liberar oxitoccina que hará que el útero tarde menos en volver a la normalidad y nos ahorrará la duración de estas molestias.
Pérdida de sangre vaginal: Tendremos pérdidas durante todo este período, al principio más abundantes para ir despareciendo poco a poco. Lo más aconsejable es el uso de compresas y evitar los tampones para prevenir infecciones. Si se nota que la sangre comienza a tener mal olor es muy importante acudir al médico para prevenir o curar posibles infecciones
Estreñimiento: Suele ser transitorio, y muchas veces se produce por el miedo de la madre de que al evacuar se suelten los puntos de la episiotomía, lo que no va a ocurrir. Para solucionarlo lo mejor es una alimentación muy rica en fibra y supositorios de glicerina.
Recuperar la figura: Este es uno de los temas que más preocupan a las mujeres, ya que es lento, hay que tener en cuenta que todos los músculos abdominales han quedado lasos, se han ganado kilos que quedan almacenados en caderas y glúteos, y se ha retenido bastante líquido. Hay que tomárselo con calma, hacer una dieta variada y equilibrada, y en cuanto nos encontremos en condiciones comenzar los ejercicios post parto al igual que en tercer trimestre del embarazo hicimos los pre parto.
Bruscos cambios de humor: Una vez regresamos a casa, con nuestro bebé, a veces el mundo parece venírsenos encima, entre la falta de sueño, los cuidados incesantes que necesita el bebé, las tareas habituales del hogar las visitas, y el descontrol hormonal que sufrimos, es normal que nuestro humos fluctué de una manera sorprendente. Lo mejor para aliviar toda esta tensión es tratar de que nuestra familia nos eche una manos, y tengamos algo de tiempo para nosotras, arreglarnos, salir con nuestras amistades, organizar las tareas y no intentar hacer todo de golpe y sobre todo darnos cuenta que es transitorio, que en unos meses todo volverá a la normalidad y nuestro humos se mantendrá estable. Si vemos que no logramos superarlo por nosotras mismas y con la ayuda de los nuestros, lo mejor es acudir a un especialista ya que puede ser indicio de una depresión post-parto, y eso ya es algo más grave.
Os dejamos con un vídeo:
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