

Hoy en Blog Mujeres te vamos a hablar de un serio problema que afecta a muchas personas: Deshidratación: síntomas y peligros. Conoce cómo detectarla a tiempo y ponerle solución.
Síntomas de la deshidratación
La mayoría de nosotros estamos expuestos a la deshidratación e incluso puede que ya la estemos padeciendo. ¿Quieres saber si estás deshidratada? Te explicamos los síntomas de la deshidratación para que examines si estás en riesgo y pongas remedio a ello.
Boca y lengua secas
Cometemos un gran error cuando esperamos a tener la boca seca para beber agua. Lo más grave es que es lo más habitual y no somos capaces de identificar que necesitamos beber porque, cuando lo necesitamos, cuando sentimos sed, en realidad ya estamos al borde de la deshidratación. La sed o el tener la boca y lengua secas son síntomas de alarma que nos lanza el organismo para bebamos líquido.
Llanto sin lágrimas
Muy común en bebés y niños muy pequeños. No saben pedir agua, pero si tu bebé está emitiendo gemidos, como si llorase, pero ni siquiera le salen lágrimas, antes de nada, ofrécele agua.
En niños y en ancianos la deshidratación es gravísima y puede acarrear consecuencias fatales.
Falta de orina
Se nota sobre todo en bebés. Necesitamos orinar para eliminar líquido. Si no hay ganas de orinar o somos incapaces de ello, puede ser que nuestro organismo no puede permitirse soltar líquido porque agotó todo y está bajo mínimos.
Bebe más agua para limpiar tus riñones y hacer que estos y tu vejiga trabajen en las mejores condiciones.
En bebés, si durante más de 3 horas no moja su pañal, preocúpate. No es normal que un bebé no orine.
Ojos hundidos y mejillas hacia dentro
En el rostro es donde más se nota la deshidratación. Se tiene mal aspecto y los ojos se ven hundidos, igual que las mejillas. Un rostro hidratado está lozano y fresco.
Fontanela hundida
Se da en los niños pequeños. Ante la falta de líquido, esta zona de la cabeza que suele estar blanda, se hunde hacia el interior.
Irritable
Cuando nos falta hidratación estamos irritados, de mal humor y, en resumidas cuentas, intoxicados por no eliminar resíduos a través de nuestras actividades.
Además de los síntomas anteriores, en adultos se dan los siguientes síntomas.
Mucha sequedad, orinar menos, orina oscura, mareos, fatiga y confusión nos indican que nos falta el preciado oro líquido en nuestro cuerpo, es decir, agua. Y recuerda que somo en gran parte agua.
Fatiga
Ante la falta de eliminación de los desechos estos se concentran y nos hacen sentirnos mal.
Confusión
El desequilibrio de electrolitos que se produce en nuestro organismo a causa de la deshidratación, hace que suframos de confusión mental.
Orina oscura
Hemos dicho antes que la deshidratación hace que orinemos poco, pero también es posible darse cuenta de que puede hacernos falta más hidratación cuando nuestra orina es de color oscuro. La orina normal tiene que ser lo más clara posible, porque este tono claro indica que nuestra orina está limpia.
Piel seca
La hidratación y salud de la piel empieza por dentro. Por eso de poco sirve aplicarse cremas hidratantes si no bebemos suficiente agua. Si tu piel está seca, comprueba si estás bebiendo lo necesario. Recuerda, al menos 1 litro y medio o 2 litros de agua hay que tomar todos los días. No solo para embellecer nuestra piel, sino también para que nuestros órganos puedan funcionar bien y para que nuestras articulaciones estén lubricadas.
Mareos
La deshidratación también produce mareos. Cuando te sientas mareada, bebe agua a sorbitos y aumenta la ingesta de líquido.
Secreciones secas
Si tienes mucosidad seca, esto indica que no hay la hidratación suficiente para que la mucosidad esté líquida.
Labios azulados
Si tus labios adquieren un tono azul, es un síntoma de alerta de que sufres una hidratación peligrosa. Bebe agua de inmediato y mejora tu estilo de vida.
Peligros de la deshidratación y efectos en nuestro cuerpo
Investigaciones recientes ponen el grito en el aire por los resultados desfavorables en los hábitos de las personas. Ya que estas van alejándose poco a poco del ideal teórico en su rutina diaria, que debería consistir en una correcta alimentación y un ejercicio diario moderado. Según la Catedrática de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, la Doctora Rosa María Ortega:
“El desconocimiento observado en temas de nutrición, es más grave y evidente en temas de hidratación. Con frecuencia las personas no pueden precisar lo que han bebido y tampoco saben lo que deberían beber. La población no tiene conocimiento sobre la cantidad de líquido que deben tomar, y suele consumir una cantidad insuficiente”.
Con un nivel bajo, por ejemplo del 2% de deshidratación en nuestro cuerpo, puede provocarnos: Un marcado descenso en la capacidad en nuestro rendimiento psíquico. Además nos puede llegar a fallar las habilidades cognitivas, coordinación viso- motora, el nivel de atención puede verse afectado y como consecuencia de ello la memoria a corto plazo. Por lo que a niveles más altos, sus efectos negativos aumentan, podemos comenzar a disminuir nuestra capacidad de alerta, afectando a la concentración. También podemos aumentar nuestra fatiga, somnolencia y cansancio general.
La Doctora Ana Adán, Profesora titular de Psicobiología del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de la Universidad de Barcelona, Ana Adán dijo sobre esto: “Los cambios en la cantidad de electrolitos en el cuerpo producidos por la deshidratación pueden alterar la actividad cerebral y otros sistemas que intervienen en el proceso cognitivo. Además, en un estado en el que no se tiene una óptima hidratación, la pérdida de líquidos conduce a la producción de hormonas de estrés, factor subyacente de los efectos negativos en la percepción, habilidad espacial y memoria”.
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